jueves, julio 31, 2008

AL FINAL





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DE NIÑOS, FELICES DESEAMOS VOLAR
Y CON IMAGINACIÓN CASI LO LOGRAMOS.






DE ADULTOS, INFELICES A VECES CREEMOS
ALZARNOS UNOS PALMOS SOBRE EL SUELO
DE NUESTRO DESTINO.






AL FINAL, LA REALIDAD ES APLASTANTE
Y ENTRE NOSOTROS Y EL SUELO YA NO
CABE NADA.