ODA
ODA
Igual parece a los eternos Dioses
Quien logra verse frente a ti sentado.
¡Feliz si goza tu palabra suave,
Suave tu risa!
A mí en el pecho el corazón se oprime
Sólo en mirarte; ni la voz acierta
De mi garganta a prorrumpir, y rota
Calla la lengua.
Fuego sutil dentro de mi cuerpo todo
Presto discurre; los inciertos ojos
Vagan sin rumbo; los oídos hacen
Ronco zumbido.
Cúbrome toda de sudor helado;
Pálida quedo cual marchita yerba;
Y ya sin fuerzas, sin aliento, inerte
Muerta parezco.
Safo
1 Comments:
Vaya, encuentro tu blog de casualidad y me encuentro con un poema de Safo! Me encanta, todo un placer el descubrimiento!
Un saludo
Publicar un comentario
<< Home