viernes, junio 29, 2007

HORAS SESGAS





HORAS SESGAS



Durante algunos años fui diferente,
o fui el mismo. Evoqué principados, viles ejecutorias
o victoria sin par. Tristeza siempre.
Amé a quienes no quise. Y desamé a quien tuve.
Muralla fuera el mar, quizá puente ligero.
No sé si me conocí o si aprendí a ignorarme.
Si respeté a los peces, plata viva en las horas,
o intenté domeñar a la luz. Aquí palabras muertas.
Me levanté con enardecimiento, callé con sombra,
y tarde.
Ávidamente ardí. Canté ceniza.
Y si metí en el agua un rostro no me reconocí.
Narciso es triste.
Referí circunstancia. Imprequé a las esferas y
serví la materia de su música vana con ademán
intenso, sin saber si existía.
Entre las multitudes quise beber su sombra
como quien bebe el agua de un desierto engañoso.
Palmeras... Sí, yo canto... Pero nadie escuchaba.
Las dunas, las arenas palpitaban sin sueño.
Falaz escucho a veces una sombra corriendo
por un cuerpo creído. O escupo a solas.
"Quémate."
Pero yo no me quemo. Dormir, dormir...
¡Ah! "Acábate."


Vicente Aleixandre



Etiquetas: