jueves, marzo 22, 2007

DESIDERATA




DESIDERATA


Anda plácidamente entre el ruido y la prisa,

y recuerda qué paz puede haber en el silencio.
Vive en buenos términos con todas las personas,
todo lo que puedas sin rendirte. Di tu verdad
tranquila y claramente; escucha a los demás
incluso al aburrido y al ignorante: ellos también
tienen la suya. Evita las personas ruidosas y
agresivas, sin vejaciones al espíritu. Si te
comparas con otros, puedes volverte vanidoso
o amargo: porque siempre habrá personas
más grandes y más pequeñas que tú. Disfruta
de tus logros así como de tus planes. Manten
el interés en tu propia carrera, aunque sea
humilde: es una verdadera posesión en las
cambiantes fortunas del tiempo. Usa la
precaución en tus negocios; porque el mundo
está lleno de trampas. Pero no por eso te
ciegues a la virtud que pueda existir; mucha
gente lucha por altos ideales y en todas partes
la vida está llena de heroísmo. Sé tú mismo.
Especialmente, no finjas afectos. Tampoco
seas cínico respecto al amor; porque frente
a toda aridez y desencanto el amor es perenne
como la hierba. Recoge mansamente el consejo
de los años, renunciando graciosamente a las
cosas de la juventud. Nutre tu fuerza espiritual
para que te proteja en la desgracia repentina.
Pero no te angusties con fantasías. Muchos
temores nacen de la fatiga y la soledad. Junto
con una sana disciplina sé amable contigo mismo.
Tú eres una criatura del universo, no menos
que los árboles y las estrellas; tú tienes derecho
a estar aquí. Y te resulte evidente o no, sin duda
el universo se desenvuelve como debe.
Por lo tanto, manténte en paz con Dios,
de cualquier modo que lo concibas y cualesquiera
que sean tus trabajos y aspiraciones, manten
en la ruidosa confusión paz con tu alma. Con todas
sus farsas, trabajos y sueños rotos, éste sigue
siendo un mundo hermoso. Ten cuidado.
Esfuérzate en ser feliz.


Anónimo encontrado en la Iglesia de Saint Paul
Baltimore-1.693

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